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martes, 26 de octubre de 2010

En 1971 se dieron los primeros pasos hacia lo que hoy en día conocemos como libro electrónico o libro digital, con Michael Hart al frente del Proyecto Gutemberg (www.gutenberg.net.) de la Universidad de Illinois, el cual consiste en una biblioteca digital gratuita en cuyo acervo se encuentran obras clásicas de autores como Skakespeare, Poe y Dante y otras del dominio público (no sujetas a derechos de autor), cuya colección alcanza la suma de 2,000 libros hasta abril del 2002.
Diez años después, en 1981, salió al mercado el primer libro electrónico con fines comerciales, el Random House's Electronic Dictionary, editado por Random House, pero la verdadera expansión del libro digital llegó en marzo del 2001 cuando el famoso novelista Stephen King, apoyado por la editora electrónica Simon&Schuster, lanzó en exclusiva a través de Internet su novela Riding the Bullet, que en tan sólo 48 horas vendió 500 mil copias, cada una en 2 dólares y medio; un mes después, Vladimir Putin publicó en red sus memorias.

A partir de entonces comenzaron a surgir varias editoriales electrónicas, y las tiendas virtuales comenzaron a incluir libros digitales en su catálogo; algunos ejemplares para la venta y otros se ofrecen en forma gratuita.
También conocido como libro digital o eBook, el libro electrónico es una publicación cuyo soporte no es el papel sino un archivo electrónico, su texto se presenta en formato digital y se almacena en diskette, CD-Room o en Internet. El libro electrónico permite incorporar elementos multimedia como vídeo, audio, y en el caso de Internet, posibilita enlaces a otras páginas de libros digitales de la red.
La Norma Open eBook
Con el objeto de unificar el formato de publicación utilizado por las editoriales electrónicas, se presentó la Normativa Open eBook (www.openebook.com ), promovida por el
Open eBooK Forum, en la 1» Feria del Libro Electrónico celebrada en 1998 en Gaithersburg, Maryland, Estados Unidos. De esta manera, en 1999 se logró la versión final 1.0 de la especificación denominada “Estructura de Publicación del Libro-e Abierto (Open eBook Publication Structure)”, que determinó la plataforma html y xml como el estándar para esta forma electrónica.

eBook

lunes, 25 de octubre de 2010

E-learning

E-learning es educación a distancia COMPLETAMENTE VIRTUALIZADA;( un concepto relacionado es lo semipresencial,también conocida como "blended learning") a través de los nuevos canales electrónicos (las nuevas redes de comunicación, en especial Internet), utilizando para ello herramientas o aplicaciones de hipertexto (correo electrónico, páginas web, foros de discusión, chat, plataformas de formación -que aunan varios de los anteriores ejemplos de aplicaciones-, etc.) como soporte de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Gracia a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los estudiantes "en línea" pueden comunicarse con sus compañeros "de clase" y docentes (profesores, tutores, mentores, etc.), de forma síncrona o asíncrona, sin limitaciones espacio-temporales. Es decir, se puede entender como una modalidad de aprendizaje dentro de la educación a distancia en la que se utilizan las redes de datos como medios ( Internet, intranets, etc.), las herramientas o aplicaciones hipertextuales como soporte ( por ejemplo, correo electrónico, web, chat, etc. ) y los contenidos y/o unidades de aprendizaje en línea como materiales formativos (por ejemplo, desde simples imágenes, audio, video, documentos, etc., hasta complejas producciones multimedia, "píldoras formativas", etc.; sin olvidarnos de los contenidos construidos de forma colaborativa, derivados del desarrollo de la conocida como Web 2.0 ), entre otros. Literalmente e-learning es "e-aprendizaje"; es decir, aprendizaje con medios electrónicos.
E-learning es principalmente una modalidad de aprendizaje a distancia o virtual, donde se puede interactuar con los profesores por medio de Internet. El usuario puede manejar los horarios, es un medio completamente autónomo. Constituye una propuesta de formación que contempla su implementación predominantemente mediante Internet, haciendo uso de los servicios y herramientas que esta tecnología provee.
Dentro de la modalidad a distancia, el 'e-learning es una de las opciones que actualmente se utiliza con mayor frecuencia para atender la necesidad de educación continua o permanente. La generación de programas de perfeccionamiento profesional no reglados está en crecimiento debido a que existe un reconocimiento de que los trabajadores se capaciten y se adapten a los nuevos requerimientos productivos. El e-learning, dadas sus características y el soporte tecnológico que lo respalda, se constituye en una alternativa para aquellos que combinan trabajo y actualización, ya que no es necesario acudir a una aula permanentemente.
Si la educación a distancia es, desde sus orígenes, una opción para atender la formación de personas adultas, el e-learning tiene la ventaja de que los usuarios eligen sus propios horarios, y puede entrar a la plataforma desde cualquier lugar donde puedan acceder a una computadora y tengan conexión a Internet. La educación virtual da la oportunidad de que el estudiante elija sus horarios de estudio convirtiéndose así en una muy buena opción para aquellas personas autónomas que trabajen y quieran estudiar en sus momentos libres; por otra parte es importante mencionar que el e-learning es una excelente herramienta que puede ayudar a los usuarios no solo a aprender conceptos nuevos sino también a afianzar conocimientos y habilidades, aumentado así la autonomía y la motivación de los estudiantes por diferentes temas.

martes, 19 de octubre de 2010

Violencia en el noviazgo

La violencia disfrazada de amor es casi invisible: los signos del maltrato durante el noviazgo son desconocidos para gran parte de las jóvenes mexicanas, quienes los confunden con muestras de afecto que, en realidad, ocultan conductas controladoras sustentadas en la desigualdad entre los sexos. La violencia en el noviazgo comenzó a llamar la atención de las instituciones mexicanas recientemente. Desde la familia, y en un contexto más amplio de inequidad social, las y los jóvenes aprenden a relacionarse reproduciendo las desigualdades. Así, el noviazgo puede convertirse en un caldo de cultivo para las actitudes violentas dirigidas, sobre todo, hacia las mujeres.

Pellizcos, celos, llamadas incesantes, chantaje emocional, insultos o incluso alguna bofetada son tolerados muchas veces por las adolescentes en nombre del amor.

Inés Salgado tiene 22 años y es madre de un niño de dos años fruto de una relación fallida: “Me ha ido mal en el amor porque he cometido los mismos errores con mis novios”, dice. Su amiga Janet Celaya, de 26 años, asiente; sabe lo que es equivocarse y aguantar durante siete años los maltratos de su marido. Janet asegura que cuando eran novios, “todo era amor y belleza, hasta que te casas y se cansan de ti”.

Para las instituciones mexicanas de apoyo a la juventud, muchas chicas no saben que sufren violencia en el noviazgo porque no cuentan con los instrumentos para identificarla, ya que generalmente se reconoce la violencia física o la sexual, pero no la psicológica o la económica. Tal vez con dichos instrumentos Janet podría haber evitado siete años de maltrato.

SÍNTOMAS DE LA VIOLENCIA
Según Edith Zúñiga -directora académica de la organización civil Tech Palewi, dedicada a la prevención y la atención de la violencia familiar- durante la adolescencia se malinterpretan los aspectos negativos de la relación. Así, “cuando nos dicen ‘no te vistas de ese modo’ o ‘no quiero que le hables a tus amigas’ pensamos que es signo de que nos aman, cuando en realidad se trata de mecanismos de control”.

Con 21 años, Giovanna Trejo Álvarez es consciente de que “los chavos pueden ser tan sutiles que no te das cuenta del maltrato, porque no hace falta ser agresivo para ser violento”. Pero no todas las adolescentes tienen tan claro como esta joven universitaria cuál es la delgada línea que separa el amor de la violencia.

Así lo constató el equipo que desarrolló el programa Amor-es Sin Violencia -dirigido a las y los jóvenes de entre 13 y 25 años- mismo que impulsaron en 2002 la Dirección General de Equidad y Desarrollo Social, el Instituto de las Mujeres (Inmujeres) del DF y el Instituto de la Juventud del DF

Angello Baños Terrazas, coordinador del área de Equidad en la Infancia y Juventud del Inmujeres del DF, comenta que el primer paso de la campaña fue preguntar a las y los adolescentes si sufrían violencia en el noviazgo. “90 por ciento dijo que no”.

Posteriormente, junto con varias organizaciones civiles, se formuló una nueva encuesta con preguntas como: “¿te llama constantemente para preguntarte dónde estás, con quién y qué haces?; ¿te dice qué ropa ponerte?; ¿ha tocado alguna parte de tu cuerpo sin tu consentimiento?”, explica Baños

Los resultados cambiaron radicalmente. De las mil personas de entre 12 y 29 años que contestaron la encuesta, seis de cada 10 mujeres vivían violencia en sus noviazgos. Otro dato esclarecedor se desprende de una encuesta realizada en el Albergue para Mujeres que viven Violencia Familiar del DF: nueve de cada 10 mujeres maltratadas durante el matrimonio vivieron violencia en el noviazgo.

UN PROBLEMA SOCIALMENTE ACEPTADO

Aún no existen estadísticas para conocer el alcance nacional de la violencia durante el noviazgo. En cuanto a políticas públicas, están en un nivel incipiente. El gobierno del Distrito Federal fue el primero en contar con un programa específico enfocado a la violencia en el noviazgo, mismo que después llevó a Tabasco, Chiapas y, más recientemente, a Guerrero y Guadalajara.

En el ámbito legal, la violencia en el noviazgo no está tipificada expresamente pero puede contemplarse dentro de la violencia familiar. Además, según Baños, los adultos contribuyen a restar visibilidad a la violencia entre las y los jóvenes porque consideran que es normal.

Frases como “el que bien te quiere te hará llorar” ilustran la aceptación social de la violencia en el noviazgo, misma que la familia reproduce; como dice Baños, “la madre aplaude que su hijo tenga cinco novias en secundaria porque es muy guapo”.

Así, el noviazgo se convierte en un escenario donde desarrollar los estereotipos adquiridos. Mientras que se acepta socialmente que el hombre sea un conquistador, las mujeres se involucran en relaciones violentas porque tienen muy interiorizada la idea de sacrificio, “y de que para amar hay que sufrir”, afirma María de la Luz Estrada, integrante de la organización Católicas por el Derecho a Decidir.

LAS CONSECUENCIAS
La baja autoestima, el displacer, las infecciones de transmisión sexual y el escaso rendimiento escolar son algunas de las consecuencias derivadas de la violencia en las relaciones amorosas, según las y los expertos.

La violencia sexual es una de las más graves expresiones de sometimiento que se producen en las relaciones de noviazgo: “Es normal que te pidan la prueba de amor”, comenta Maira Alcántara, estudiante de bachillerato de 16 años, quien asegura que aunque ella no la aceptaría, sí conoce a varias amigas que han la aceptado por miedo a que sus novios piensen que no los quieren.

El miedo a decir no es, en parte, una causa de las elevadas cifras de embarazos adolescentes: según el Consejo Nacional de Población (Conapo), anualmente se producen casi 500 mil embarazos adolescentes en México, los cuales representan 25 por ciento de total de los embarazos registrados en el país.

María de la Luz Estrada afirma que para prevenir la violencia durante el noviazgo es necesario trabajar en la sensibilización y la educación no sólo con las y los jóvenes, sino también desde la primera infancia, con el fin de transformar los códigos afectivos.

Con ella coincide Baños, quien destaca que el objetivo del programa Amor-es Sin Violencia es “que las chavas asuman esta cultura de prevención para identificar los tipos de violencia y que no lleguen tarde a nuestras unidades”. La especialista aludió así a las Unidades de Atención y Prevención de la Violencia Familiar (UAPVIF) a las que pueden acudir las y los jóvenes en las 16 delegaciones del DF.

Por la experiencia que le proporcionan sus 22 años, Lidia López piensa “que todo es cuestión de educación”. El problema radica en que gran parte de la juventud mexicana no ha tenido la oportunidad de aprender a amar sobre la base del respeto y la equidad de género pero, sobre todo, sin sufrimiento.